Las salas de terapias están llenas de personas que tienen grabado a fuego el mito de que "debemos aguantar en situaciones negativas, porque eso nos hará más fuerte o mejores". Este procesamiento de información suele ser la puerta de entrada a periodos de ansiedad o depresión común. No tiene nada de digno, de fuerte, o de mejor persona, el aguantar en una situación donde podemos elegir cambiar a mejor, y nos quedamos sufriendo durante meses o años, porque eso es lo que pensamos que es lo adecuado, lo correcto, o lo que se debe.
Hemos tenido un ejemplo claro en lo sucedido con el programa televisivo de Master Chef, donde se lanza un claro mensaje "si no aguantas, ahí está la puerta, cierra al salir". Pero no es el único ejemplo, hace unos años Simone Biles, priorizando su salud mental a su participación en los juegos olímpicos, y el aluvión de críticas que recibió después de eso.
Y es que, vivimos en una sociedad, en la que no podemos olvidar que se prioriza ser mano de obra, seguir trabajando, siendo productivo/a, pase lo que pase y por encima de cualquier cosa.
Como decía al empezar, hay infinidad de personas en terapia, por esta programación de "aguantar", aguantar hasta las últimas consecuencias, desoyendo su voz interna, esa vocecita que te dice: oye te estás pasando, para ya.
Priorizar nuestra salud mental, por encima de conseguir cualquier logro profesional, es un acto de autocuidado y amor propio, no es ni por asomo, un acto de debilidad, o de ser "desagradecida". Es una de las mejores formas de prevención.
Isabel Garre. Pedagoga.
Salud mental. Ansiedad.
Comments